Tener credibilidad en el ámbito empresarial es elemental, ya que de ella depende la imagen que se le da a la industria en la que te desenvuelves. A su vez, está se obtiene a través de referencias de terceros y en elementos básicos como tener un domicilio postal o registro mercantil. Por ende, disponer de una oficina virtual es una buena manera de mejorar esa credibilidad en negocios emergentes que no pueden costear un establecimiento propio.
Sin embargo, muchas personas no saben qué es exactamente una oficina virtual y por ello se pierden de sus beneficios. Por ese motivo en Swiss Rents te explicamos en qué consiste esta innovación corporativa y te planteamos sus beneficios más relevantes.
Básicamente, una oficina virtual es disponer de un domicilio en una ubicación estratégica para operar legalmente en esa comunidad, pero sin tener acceso a los establecimientos.
Del mismo modo, en algunas ocasiones puedes acceder a un espacio privado en el recinto, aunque temporalmente, para propósitos específicos y con tarifas distintas.
Tomándolo en cuenta, se entiende que estas oficinas son funcionales para negocios que operan de una forma online como los ecommerce o los monotributistas freelances.
Asimismo, los siguientes beneficios definen la experiencia de rentar en una oficina virtual, y también marcan la credibilidad que ofrecen a sus clientes:
A muchos clientes les interesa saber que existe una dirección física, esto a pesar de que nunca será necesaria para la transacción que se está realizando.
Por ende, si tienes un domicilio postal, se facilitan muchas interacciones con proveedores, compradores e intermediarios. Los cuales nunca tendrán que acudir allí pues la naturaleza de tus operaciones no lo necesita de esa forma.
Uno de los mayores beneficios de tener una oficina virtual es que es un modo de tener presencia legal en un lugar, sin la necesidad de trabajar desde allá. Si bien también puede optarse por el alquiler de oficinas por horas, esta es una situación conveniente para equipos con sistemas híbridos que alternan entre la presencialidad en un Coworking con el teletrabajo.
De la misma forma, se adapta a quienes están evaluando la viabilidad operativa en una ciudad, pero no desean invertir en alquileres de inmuebles todavía.
Tener un domicilio postal permite realizar operaciones comerciales y jurídicas desde la distancia, algo esencial en un proceso de expansión que está buscando minimizar los gastos.
De hecho, también es prudente, ya que minimiza los riesgos y evita los compromisos a largo plazo en proyectos que todavía están dando resultados preliminares.
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